En un florido jardìn
era un bello atardecer
una historia se escribiò
entre una orquìdea y un clavel.
Sus tallos entrelazaron
en el rocìo y el candor
mezclaron sus aromas exquisitos
y en ellas ¡Naciò el amor!
Cada tarde, en cada aurora
el viento màs las juntaba
el jardìn se engalanaba
y se maquillaba de rubor.
Del amor, nacieron dos
puras y blancas rosas
adornadas de oro y miel
son el amor de una orquìdea
y un orgulloso clavel.
Con cariño, admiraciòn y respeto; de la imagen dos rosas y un clavel:
Para Juani y Antonio de España.
Jesùs Ramiro
Marzo/27/2010
martes, 25 de mayo de 2010
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